Una mujer, más que una imagen.

Que una imagen tenga tanto valor es algo más que sabido, pero si esa imagen la encarna una mujer como Sheikha Mozah Bint Nasser Al-Missned, su poder se multiplica de manera incalculable. Hablamos de la primera dama de Qatar, una de las figuras más influyentes del Golfo y orgullosa imagen de la mujer musulmana.

Ante el estupor de los quatarís y toda la opinión pública musulmana, a principios de nuestro siglo Keisha comenzó a mostrarse a cara descubierta en los medios de comunicación. Pero quizás sólo se tratara del comienzo de su propia declaración de intenciones y de todo el trabajo que esperaba emprender. Con sus proyectos educativos y su dedicación a las relaciones internacionales, Sheikha además de apotar una imagen cuidadadísima e impecable al gobierno de su país, perece tener la cabeza muy bien amueblada. De cualquier forma, esta belleza de cincuenta y no se sabe cuántos años de edad y siete partos en su haber, invierte importantes cantidades de petrodólares en educación y causas sociales.

Cualquiera que sea la razón por la que se le ha permitido, de entre todas las mujeres del jeque, tener tanta influencia, siempre es positivo tener una imagen de mujer elegante, poderosa y preocupada por el pueblo. Fundadora de su propio proyecto educativo, Sheikha viene a recordarnos la importancia y fuerza de la opinión femenina en el poder.

Sheikha Mozah siempre elegante, suele decantarse por un estilo inspirado en los años 50. Con su cabello cubierto, usa vestidos con un corte que recuerdan a Balenciaga y look a lo Audrey Hepburn. Aporta a su país una imagen de mujer fuerte y moderna.